Dónde poner mi local ¿En un centro comercial o pie de calle?

En ocasiones es habitual que, al pasear por nuestra ciudad, encontremos el típico local que nos haga pensar: “el comercio que abra aquí lo tiene hecho”. Suele estar en una calle o plaza con una buena afluencia de personas, con transporte público cerca… De la misma manera, con la apertura de centros comerciales cada vez más grandes y espectaculares, no son pocos quienes se ven atraídos hasta este tipo de espacios como una forma de hacer visible su comercio. Así que, ¿cuál es la mejor opción?

No es una cuestión fácil de resolver y no existe una respuesta genérica. La decisión final dependerá de la propia idiosincrasia de tu negocio y del tipo de emprendedor que quieras ser, pero sí te podemos ofrecer una serie de ventajas e inconvenientes que te ayudarán a decidirte.

Los beneficios de abrir tu negocio en un centro comercial

En 2015 existían en España 546 centros comerciales con más de 15 millones de metros cuadrados de superficie bruta alquilable. Son datos de la Asociación Española de Centros y Parques Comerciales – AECC -, que prevé nuevas tendencias y oportunidades para quienes quieran ligar su negocio a una de estas grandes superficies. “En la próxima década veremos aparecer una nueva generación de centros comerciales que, a pesar de su dimensión, serán más cercanos al consumidor, sintonizarán con él en sus formas y hábitos de vida y le ofrecerán productos y servicios más adaptados a él”, explican desde la asociación.

Y esa es, precisamente, una de las grandes ventajas de los centros comerciales: su capacidad para atraer y retener a grandes cantidades de público. Estos espacios suponen un ecosistema muy atractivo para los consumidores, que pueden acudir a ellos para comprar electrónica y terminar consumiendo en algún restaurante o bar, no sin antes haber mirando algo de ropa. Es decir, los locales que abren en un centro comercial entran en un ‘circuito’ de consumo que no se da en otros lugares y que suele estar reforzado por la presencia de grandes marcas.

Esta afluencia de clientes es posible gracias a toda una suerte de comodidades y servicios que enriquecen la visita y que pueden ayudar a incrementar las ventas de los locales que dan vida al centro comercial. Por nombrar algunos de los más destacados, la organización de actividades enfocadas a todo tipo de público – degustaciones, fiestas temáticas, talleres, etc – es una enorme ventaja de cara a hacer visible nuestro negocio. Lo normal es que un comerciante, por sí solo, no tenga la capacidad de realizar este tipo de actividades, algo que sí tienen los centros comerciales.

Al fin y al cabo, todas estas acciones suponen una promoción muy interesante que nos ayuda a posicionarnos en el imaginario del consumidor. Por no mencionar la publicidad tradicional: cuñas de radio o mobiliario urbano suelen ser algunos de los reclamos más utilizados por los centros comerciales y que, de nuevo, suponen una inversión difícilmente asumible para un comercio.

Pero nosotros mismo también podemos publicitar nuestro comercio gracias a los servicios que ofrece el centro comercial y destacamos el de guardería como uno de los más atractivos. Es decir, podemos anunciar como propios los servicios que el centro comercial pone a la disposición de todos los negocios.

Cerrando las ventajas de abrir un comercio en un centro comercial situamos la facilidad de acceso. Sus numerosas plazas de parking y unos accesos de transporte hacen que resulten muy sencillo acudir a ellos, en contraposición a los comercios en los barrios y calles más céntricas de las ciudades, en los que el aparcamiento suele ser difícil y caro.

Los inconvenientes de un centro comercial para sus locales

Ninguna ubicación es perfecta y tampoco lo son las que se encuentran en los centros comerciales. Tal vez, el mayor de los inconvenientes de instalarse en uno de estos espacios sea la falta de libertad a la hora de tomar una serie de decisiones que el comerciante sí tiene en los negocios de a pie de calle. Y el ejemplo perfecto es el horario.

En la mayoría de los centros comerciales se estipula un horario para todos los locales, que suele ser de 12 horas ininterrumpidas de servicio al público. Esto se traduce, por ejemplo, en la necesidad de contar con más personal para mantener abierto el negocio, un coste que puede ser complicado de asumir para algunos emprendedores.

De la misma manera, el alquiler de un local en un centro comercial suele ser mayor que el de un local con los mismos metros cuadrados y parecidas características a pie de calle. Todos esos servicios que dan vida al centro comercial se reflejan, de una manera u otra, en el coste de nuestro establecimiento. Además, en la mayoría de casos el emprendedor solo tiene derecho a alquiler, no a compra.

Por último y aunque no es una desventaja por sí misma, si conviene tener claro que abrir nuestro negocio en un centro comercial significa ligar nuestra suerte a la de este espacio. Las buenas o malas decisiones que se tomen desde la administración nos afectarán directamente. Es un factor a tener en cuenta y que no podremos controlar.

Los beneficios de un local a pie de calle

Un negocio situado a pie de calle nos ofrece una independencia que muchos emprendedores estiman fundamental. En este sentido y en contraposición al centro comercial, los comercios de los barrios no tienen por qué abrir en jornada ininterrumpida de 12 horas. El comerciante puede realizar el clásico ‘parón’ para el almuerzo y evitar la necesidad de contar con más personal del que se puede permitir.

Por otro lado, un comercio a pie de calle puede tener una gran visibilidad si escoge bien dónde ubicarse. Pocos lugares más atractivos para la venta que una céntrica avenida o una plaza en la que la rutina lleva a miles de ciudadanos a ver tus escaparates.

En esta línea, un local bien situado puede disfrutar de una gran afluencia de público en momentos en los que se realicen actividades en la calle.

Otra de las grandes ventajas de optar por un local de calle es el precio. Por supuesto, sin tener en cuenta las calles y avenidas más caras del país, lo normal es que el metro cuadrado de un local comercial a pie de calle sea más económico que uno incrustado en un centro comercial. Además, en la calle sí existe la opción a compra, algo que muchos emprendedores prefieren ante la perspectiva de mantener su negocio en un alquiler por un tiempo indefinido.

Los inconvenientes de un local a pie de calle

La visibilidad de la que hablábamos anteriormente es una ventaja que tendrá tu negocio… y el resto de negocios que te acompañarán en los alrededores. Y es que la competencia a pie de calle es un factor muy importante que debes tener en cuenta. Por eso a la hora de abrir un comercio se impone un buen estudio de la zona, algo que en un centro comercial no es necesario ya que por lo general la competencia suele estar muy bien medida y los administradores se cuidan de que no haya demasiados locales de un mismo tipo que se puedan ‘pisar’ los clientes.

Otra desventajas de un local comercial situado en una plaza o calle céntrica es que está expuesto a situaciones como manifestaciones, grandes aglomeraciones de gente, problemas de tráfico… todo aquello que dificulte su acceso a clientes más allá de los situados en su entorno más inmediato.

Por último, aunque un local comercial de calle puede ser más económico que uno situado en un centro comercial, es posible que no podamos comenzar nuestra actividad inmediatamente y que debamos afrontar la reforma de su estructura para adecuarla a nuestras necesidades.

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