Nuevos formatos comerciales: las flagship y las popup stores

Cuando se habla de innovación se suele pensar sistemáticamente en producto. Pero la innovación abarca mucho más, pensemos en todo lo relacionado con la distribución. En una sociedad postmoderna caben múltiples formas de distribución y todas ellas con posibilidad de éxito. Hoy queremos dos nuevos formatos de comercios: las flagship y las popup estores.

Curiosamente parten de principios muy distintos y sin embargo ambas están de plena actualidad. Es lógico, si rascamos un poco vemos que experiencias similares, con nombres menos rimbombantes ya se venían aplicando. La pregunta es si pueden sernos de inspiración para nuestras empresas. Detallamos a continuación sus principales rasgos.

Las flagship store son las tienda insignia, el buque-enseña comercial de una marca en una gran ciudad, en un país. Se trata de tiendas propias de la empresa que buscan la excelencia, transmitir el 100% de la experiencia de la marca, con una ubicación, instalaciones, diseño, que la conviertan en emblemática.

Trascienden lo meramente comercial para incidir de lleno en temas de imagen, relaciones públicas, eventos varios, etc. Seguramente conozcáis en las grandes ciudades unas cuantas flagshipstore, os dejamos éstas como ejemplo.

En resumen, su misión no es competir con los distribuidores locales. Todo lo contrario, se trata de contribuir a su éxito, de servirles de ayuda y referencia, de que el mejor spot o espacio publicitario de la marca sea ese local, lo que necesariamente implica fuertes inversiones y vocación de permanencia en la zona.

Justo lo contrario en relación con el tiempo sucede con las popup store, que son un canto a lo efímero. Una popup store está muy cercana a las técnicas de guerrilla marketing. Son instalaciones comerciales temporales, muchas veces más cercanas a la performance que a la distribución, y que buscan la sorpresa, epatar, que se hable de ellas.

Buscan transmitir imagen, como las flagship, pero más que adentrarnos en el universo propio de la empresa lo que se intenta es salpicarnos, impresionarnos, generar una sensación fresca.

Precisamente su carácter temporal contribuye a acelerar las ventas de las mismas (no olvidemos que, en primera instancia de ello se trata) y a mantener la expectación de dónde surgirá la próxima actuación.

No nos engañemos, serán más baratas que una flagship, pero pueden no ser baratas en términos absolutos si queremos marcar la diferencia. Todo dependen de nuestra imaginación.

¿Veis posibilidades de adaptar estos modelos de comercio a vuestros negocios?

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