Ya hablamos hace poco de cómo la creatividad nos podía ayudar a promocionar nuestro negocio con poco dinero aprovechando las redes sociales. Sin embargo, no todos los sectores utilizan estas redes y para ellas sea más sencillo promocionar la empresa de forma creativas con el marketing de guerrilla. Se trata de utilizar nuestra marca para darnos a conocer en pequeñas acciones.
El marketing de guerrilla aprovecha cada ocasión, por ejemplo, viene una ola de calor y en esta empresa tienen abanicos de promoción para sus clientes, pero es que cuando viene una borrasca también tienen un paraguas a punto para los clientes a los que les ha pillado desprevenidos. Pero no es necesario invertir en productos publicitarios, sino más bien aprovechar todos los soportes que tenemos a nuestro alcance.
El marketing de guerrillas, tu publicidad donde menos te lo esperas
Porque es que aprovechamos todos los elementos para que aparezca el nombre de nuestra empresa desde en el nombre de la red WiFi a la que cualquiera se puede conectar, pero que va a quedar grabada entre las redes a las que se han conectado alguna vez, que están próximas, etc. Es un recuerdo en el cliente cada vez que busca un red de este tipo.
Por supuesto pequeñas acciones que implican dejar el logo de nuestra empresa en todos lados, desde la máquina que hemos ido a reparar o distribuimos, servicios que prestamos en otras empresas y donde sacamos nuestro portátil rotulado con nuestro logo en lugar de tener una manzana de otra empresa, algo que también podemos hacer si trabajamos en sitios públicos como una cafetería a pie de calle, donde nos ponemos cerca de la cristalera y somos visibles para los transeuntes.
Pero también en nuestro estado de WhatsApp, aquel que cuando uno de nuestros contactos busca puede ver, podemos añadir el nombre de nuestra empresa y su actividad, de manera que nuestra marca aparece en todos aquellos clientes que tienen nuestro número de teléfono. Al final se trata de aparecer en el recuerdo del cliente cuando menos se lo espera o en lugares poco habituales.
Lo cierto es que tenemos multitud de soportes donde mostrar nuestra marca. El ejemplo más claro de marketing de guerrillas nos lo ofrece un personaje muy conocido, como Santiago Segura, que con pocos recursos en sus primera película supo promocionarse en una gran cantidad de sitios, hacer que todo el mundo llevara camisetas de su película, ir a todo tipo de actos, hasta conseguir que al final su mensaje llegara mucho más lejos de lo que otros competidores que habían invertido más dinero en sus campañas de publicidad habían conseguido.
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