Cuando en 1971 el programador informático Ray Tomlinson envió el primer email de la historia, difícilmente hubiera imaginado que algo más de cuarenta años después su novedosa forma de comunicación se habría implementado en todo el mundo y sería el segundo servicio más utilizado de internet. De igual forma, Tomlinson no sabía que con ese primer correo estaría creando una de las formas de comunicación publicitaria más útiles, baratas y sencillas de implementar.
Sí, el email marketing mantiene una salud de hierro año tras año, lo cual no quiere decir que no se pueda innovar en su forma y contenido, ¿no?
Ofrece una excusa para abrir el correo
Uno de los principales retos del email marketing es destacar entre todas esas decenas de correos electrónicos que cada día llenan la bandeja de los usuarios. Aquí las principales opciones pasan por estudiar muy bien el asunto del correo. ¿Qué vas a ofrecer para que alguien dedique un momento a tu email? ¿Qué le gustaría recibir a tus clientes o potenciales clientes?
Una de las formas más habituales de conseguir ampliar los ratios de apertura de correos es ofrecer promociones y descuentos. Puede que a tu usuario no le interese ese descuento en concreto, pero ya habrá abierto el correo, que contendrá información adicional más allá de ese descuento.
Ese ‘gancho’ puede ser cualquier cosa, pero asegúrate de que lo que ofreces se corresponde con la imagen que quieres dar de tu empresa y con lo que tus clientes esperan de ti; huye de promesas, exclamaciones y demás mensajes que pueden hacer pensar que se trata de otro correo más de spam.
Asegúrate de conocer a tu público
Ya ha pasado algún tiempo desde que comenzaras a recoger los correos de tus clientes. Ahora tienes una buena base de datos con miles de usuarios clasificados por lugar de procedencia, tipo de productos que compran, gasto medio… ¿De verdad vas a mandar exactamente el mismo correo a todos tus clientes?
Aprovecha esa base de datos que tanto tiempo te ha costado conseguir y crea varios modelos de correo electrónico, uno acorde a cada perfil de cliente que tengas.
Sé breve y conciso, ¿qué vendes?
Teniendo en cuenta que una buena parte de los correos no se leen, sino que se ‘escanean’ con la mirada, es fundamental que dejes claro el mensaje con el menor contenido posible. Acude a recursos visuales y una tipografía adecuada, pero sobre todo, no te extiendas.
Si, por ejemplo, quieres hacer un resumen de los nuevos productos que han entrado en tu e-commerce, haz una selección de 3 ó 4 y preséntalos brevemente. No expongas todo el catálogo de novedades porque posiblemente abrumes al lector.
Esta idea de la sencillez es especialmente importante ya que un buen número de clientes abrirán tu correo desde su dispositivo móvil, una plataforma poco adecuada para ofrecer mucha información a la vez.
Si todavía no tienes una newsletter…
… ¡ponte manos a la obra ahora mismo! Como ya hemos mencionado en otras ocasiones, una buena newsletter es una de las mejores formas de mantener el contacto con tu público objetivo y de promocionar los productos de tu e-commerce o local físico.
Y si ya estás lanzando tu propia newsletter, no te olvides de consultar cómo puedes mejorarla.
Analiza el impacto de cada correo
El ratio de apertura de una campaña de email marketing es solo el primero de muchos de los datos que puedes analizar. Dónde hace clic el usuario, qué tasa de rebote tienen tus correos… y, por supuesto, la tasa de conversión, son algunos de los números que te conviene controlar en todo momento.
Tras cada campaña debería sacar varias conclusiones en claro y orquestar tus siguientes estrategias de email marketing en base a esas ideas.
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