La forma de trabajar en las empresas está cambiando de forma constante. Evoluciona para ser más eficientes, se buscan mejores métodos de organización que consigan ser más productivos, dar una respuesta más rápida a sus clientes y todo ello con los debidos parámetros de calidad. Cuando el otro día hablamos de la empresa sin jefes, en Twitter apareció un interesante debate sobre estos temas, tanto de metodologías como los roles en las empresas. Por eso queremos aprovechar la oportunidad para hablar sobre Scrum, la holocracia y la redefinición de roles en las empresas.
Las metodologías ágiles y el Scrum, entre ellas, ha estado por lo general más asociado a los desarrollos de software. No es que sólo sirva para este sector, ni mucho menos, sino que por sus características es una buena solución para este sector, como una buena solución para que los proyectos avanzaran y fueran lo suficientemente flexible para dar las respuestas adecuadas, acortar los plazos de entrega de los productos según las prioridades del cliente, etc.
Scrum y las metodologías ágiles en las empresas
El Scrum y otras metodologías ágiles de trabajo están pensadas para favorecer el trabajo de los equipos, para que la toma de decisiones sea más rápida, para que cada una de las partes pueda opinar, supervisar y comprobar el trabajo que realizan las otras, en función de las dependencias que se crean entre las distintas partes de un proyecto que debe tener un resultado final que depende de esta capacidad de colaboración.
Es aquí donde choca en muchas ocasiones las diferentes asunciones de roles dentro de una empresa, más que un cargo en concreto. Los equipos tienen que ser dinámicos, pero a la vez tienen que ser efectivos, cada uno debe asumir su rol dentro de su círculo de acción, pero a la vez se puede participar en distintos círculos con distintos roles. Puede parecer muy complicado, pero en realidad resulta sencillo de aplicar.
La holocracia y la redefinición de los roles en las empresas
Es aquí donde entra el concepto de holocracia, o sociocracia, cuando estamos trabajando todos juntos hacia un objetivo en el proyecto concreto. Es el resultado lo que cuenta, y para ello es necesario que el responsable del proyecto, siembre hay una cabeza visible sepa dejar temas importantes en manos de lo demás.
Por eso es muy importante saber ceder el control. Esto afecta también a Scrum y su forma de tomar decisiones, aplicarlas a un proyecto para lograr los resultados que espera nuestro cliente. Pero esto también va a necesitar de un cambio cultural en diferentes aspectos como es compartir la información. Si los equipos tienen que ser autónomos para tomar sus propias decisiones, es importante que tengan acceso a toda la información necesaria. En definitiva supone un cambio de mentalidad en el trabajo que no todas las empresas están dispuestas a aceptar.
Y sin todo este cambio cultural es muy complicadoque una metodología como Scrum, pero también otras metodologías ágiles, puedan dar los resultados que buscamos en las empresas. No se trata tanto de jerarquías, cargos orgánicos en las empresas, etc. sino como de tener una forma de tomar decisiones y llevar el trabajo adelante de una forma más rápida.
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