Aunque los costes de diseñar y mantener una página web han descendido considerablemente en los últimos años, puede que no necesitemos tener una para dar a conocer nuestro negocio en internet. La alternativa pasa por plantear una buena estrategia de comunicación en redes sociales que tenga su base en Facebook o en LinkedIn. A partir de ahí, difundiremos nuestra información y actividad en redes sociales paralelas, como Twitter.
Redes sociales, la alternativa a una página web
Puesto que no vamos a tener una página web como tal, debemos buscar otro lugar en el que mostrar la información relativa a nuestra PYME, comercio o de nosotros mismos, en el caso de que seamos autónomos.
El paso más lógico es comenzar por Facebook y no solo porque sea la red social con mayor número de usuarios en todo el mundo, sino porque nos provee de una serie de herramientas muy interesantes para darnos a conocer.
Nuestra página de Facebook será la ‘base de operaciones’ en la que expondremos toda la información que queremos que nuestro público conozca: dirección y horario, servicios o productos, fotos, eventos… las opciones son muchas y para un negocio que no se dedique a la venta por internet, una página de Facebook puede sustituir perfectamente a una web.
Por otro lado, nos encontramos con Linkedin, la red social para profesionales por excelencia. Si somos autónomos o freelance es muy recomendable tener presencia en esta red social y, sobre todo, mantenerla constantemente actualizada y mostrarnos proactivos dentro de los diferentes grupos que nos puedan resultar de interés.
También es adecuado que nuestra PYME, por muy modesta que sea, cuente con su propia página dentro de Linkedin. Es otra manera de ofrecer información y actualizaciones periódicas, además de mostrar seriedad como negocio.
¿Cuál es la mejor red social para utilizar como base de nuestra presencia en internet?
Depende mucho del tipo de comercio, PYME o profesional que seamos. Desde luego, la presencia en una no excluye a las otras, pero deberíamos estudiar bien los motivos que nos llevan abrir una página en una de estas redes sociales. Recuerda que es fundamental mantenerlas actualizadas.
El ecosistema de redes sociales es muy amplio. No deberías ceñirte solo al uso de una. Instagram, Youtube, Pinterest y Google + son las más conocidas, pero no las únicas. Aquí deberás de analizar muy bien dónde te interesa tener presencia, ya sea porque tu público objetivo está ahí o porque tu producto o servicio pueda mostrarse de una manera más atractiva.
Redes sociales para difundir información y recibir impresiones
Ahora que ya tenemos un lugar al que referir a nuestro público objetivo, nuestros posibles clientes, es el momento de comenzar a darnos a conocer y para ello hay pocos lugares mejores que Twitter.
Tanto si somos un autónomo como si tenemos un comercio, lo primero que deberíamos hacer – aparte de completar de la mejor manera posible nuestro perfil – es comenzar a seguir a un buen puñado de empresas e individuos que estén en nuestro ámbito de influencia. Será nuestra manera de decirles: “eh, estamos aquí”.
Poco a poco deberemos ir generando tweets que expliquen quiénes somos y qué hacemos. Y muchas veces no podremos hacerlo en 140 caracteres, para eso estarán nuestras página de Facebook o Linkedin. Recuerda que Twitter es el canal para derivar a los clientes o usuarios a las páginas en las que verdaderamente tienes toda la información que quieres que vean.
Además, tanto en Twitter como en el resto de redes sociales que utilicemos contamos con una gran ventaja: es muy sencillo conseguir el feedback de nuestros usuarios o clientes. Deberíamos estar muy atentos para aprovechar esta ‘atención al cliente 2.0’.
Recuerda, no pierdas de vista el objetivo toda esta estrategia en redes sociales, que no es subir vídeos espectaculares a Youtube o fotos artísticas a Instagram, es derivar usuarios y potenciales clientes a tus dos plataformas de referencia: Facebook y Linkedin.
Por último, existen una serie de portales de información que, aunque no son redes sociales, sí que nos interesan a la hora de posicionar y hacer visible nuestro comercio en Internet. Entre los más importantes encontramos directorios clásicos de empresas como Páginas Amarillas, QDQ o nuevas webs en las que hay que estar como Google Business. Son espacios gratuitos que van a permitir a los usuarios encontrar nuestro negocio.
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